UN BLUES PARA EL MAR AZUL

Un café.
Una esquina.
Un mar azul.
Y una melodía de aire.
Otro blues. 
Las notas se elevan
como un ligero vapor
y resbalan 
sensuales, 
lánguidas,
desganadas
sobre los azulejos 
Y es ese bar
el refugio del solitario, 
que permanece hablando sin palabras,
en el umbral, 
a salvo del amor

Comentarios

Entradas populares de este blog

ODA AL PREFERIDO DE PALERMO

UNA ESQUINA FLORECE EN EL SUR