ROMANCERO PORTEÑO

Un remolino de plata 
mezcla los besos 
mezcla la ausencia
Un Federico que mira la luna mansa
Un Federico que mira la estrella atenta
Con flores de naranjo y de amapola
Con canciones aladas y memoria
Imágenes paganas
en la mesa de un bar,
en Buenos Aires, una noche cualquiera.

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