UN HIPOPÖTAMO EN SAN TELMO

Cuando se pone la tarde, el Hipopótamo se pone en movimiento.
Desde sus paredes se desperezan Pepe Biondi y Alberto Olmedo y piden un fernet.
Un hombre lleno de rulos regala mariposas de madera.
Dos turistas se besan acariciando un chopp.
Ella escribe una lista con nombres, y sonríe.
Natural.

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