¡Ah, Toulouse! Te vi en Chacarita.

Huyendo de los vapores del alcohol y las bellas mujeres, el pintor se toma el buque de París a Buenos Aires.
Busca refugio en el bar Palacio, pero lo descubren sus fantasmas.
- Imposible escapar…
Las luces del Moulin Rouge siempre lo siguen, lo encandilan y le dan la cana.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ODA AL PREFERIDO DE PALERMO

UNA ESQUINA FLORECE EN EL SUR