ESPERANZAS EN EL CAFÉ RETIRO

Café con leche, pan y manteca. Las manos no alcanzan para tomar el tazón. Recién bajada del tren, Amelia mira con ojos asombrados la estación Retiro. Enorme, tal como se la contaron sus hermanas. El corazón late fuerte. El mozo le sonríe. Buenos Aires es hoy, una zona de promesas.